3 de mayo de 2013


 

Transcripción del corto “La Historia de las Cosas” por Annie Leonard

¿Tenés uno de estos? Yo me obsesioné un poco con el mío. De hecho, me obsesiono un poco con todas mis cosas. ¿Alguna vez te preguntaste de dónde vienen todas las cosas que compramos y a dónde van cuando las tiramos? No podía dejar de preguntarme esto y por eso lo investigué. Y lo que los libros de texto dicen es que nuestras cosas simplemente se mueven a través de estas fases: a extracción, a producción, a distribución, a consumo y a descarte. A esto, todo junto, se lo llama economía de los materiales. Bien, busqué un poquito más. De hecho pasé diez años viajando por el mundo rastreando de dónde vienen nuestras cosas y a dónde van. ¿Y saben lo que encontré? Que esta no es la historia completa. Hay un montón de cosas que faltan en esta explicación. Para empezar, este sistema parece estar bien pero la verdad es que es un sistema en crisis. Y la razón por la cual está en crisis es que es un sistema lineal y vivimos en un planeta finito y no se puede hacer funcionar un sistema lineal en un planeta finito indefinidamente. A cada paso el sistema está interactuando con el mundo real, no está operando en una hoja en blanco: está interactuando con sociedades, culturas, economías, el medio ambiente... Y todo a lo largo del proceso se topa con límites. Límites que no vemos porque el diagrama está incompleto. Así que volvamos atrás y llenemos algunos de los espacios a ver que falta.
Bueno, una de las cosas más importantes que falta es la gente. Si, la gente vive y trabaja en todo este sistema. Y algunas personas en este sistema son un poco más importantes que otras, tienen un poco más de peso. ¿Quiénes son? Bien, empecemos por el gobierno. Mis amigos me dicen que debería usar un tanque para representar al gobierno y esto es verdad en muchos países y cada vez más en los EEUU ya que más del 50% de nuestros impuestos federales va a parar al ejército, pero estoy usando una persona para simbolizar el gobierno porque yo creo en la visión y en los valores que dicen que los gobiernos deberían ser de gente, por la gente y para la gente. La función del gobierno es protegernos, cuidarnos. Ese es su trabajo.
Después vino la corporación. La razón por la cual la corporación se ve más grande que el gobierno es porque la corporación es más grande que el gobierno. De las cien economías más grandes del planeta, 51 son corporaciones. Mientras las corporaciones han crecido en tamaño y poder hemos visto un pequeño cambio en el gobierno, que está un poco más preocupado en asegurar que todo les vaya bien a estos tipos más que a nosotros mismos.
Ahora vamos a ver qué más falta en este cuadro.

EXTRACCIÓN

Comenzaremos por la extracción, que es una palabra linda para la explotación de recursos naturales, que es una palabra linda para arruinar el planeta. Esto significa que talamos los árboles, dinamitamos montañas para sacar los minerales, usamos toda el agua y matamos todos los animales. Aquí estamos topándonos con nuestro primer límite: nos estamos quedando sin recursos, estamos usando demasiadas cosas. Sé que esto puede ser difícil de escuchar pero es la verdad y tenemos que enfrentarla. Solamente en las últimas tres décadas un tercio de los recursos naturales del planeta han sido consumidos. Desaparecieron. Estamos talando, extrayendo, transportando y arruinando el lugar tan rápido que estamos socavando la capacidad del planeta de soportar vida humana. Donde yo vivo, en los EEUU, tenemos menos del 4% de nuestros bosques originales, 40% de nuestras vías fluviales ya no son potables y nuestro problema no es solamente que estamos usando demasiado sino que estamos usando más de lo que nos corresponde. Los EEUU tienen el 5% de la población mundial pero estamos consumiendo el 30% de los recursos del planeta y creando el 30% del desecho mundial. Si todos consumiéramos como los EEUU necesitaríamos de tres a cinco planetas ¿ y sabés qué? Sólo tenemos uno. Así que la respuesta de mi país a esta limitación es simplemente ir y sacar las cosas de alguien más. Esto es el Tercer Mundo, lo cual algunos dirían es una palabra linda para nuestras cosas que quién sabe como terminaron en la tierra de otro. ¿Cómo se ve esto? Igual. Arruinado el lugar. El 75% de los recursos pesqueros ya han sido pescados hasta más allá de su capacidad máxima y el 80% de los bosques originales del planeta han desaparecido. Solamente en el Amazonas perdemos 2000 árboles por minuto. Son siete canchas de fútbol por minuto. ¿Y qué hay de la gente que vive allí? Bueno, según estos tipos no es la dueña de estos recursos aún si han vivido allí por generaciones, no es la dueña de la producción y no compra mucho y en este sistema si no comprás o sos dueño de muchas cosas no tenés valor.


PRODUCCIÓN

En el siguiente paso, los materiales pasan a la producción y lo que sucede allí es que usamos energía para mezclar químicos con los recursos naturales para hacer productos tóxicos contaminados. Hay más de cien mil sintéticos químicos en el comercio actual. Solamente algunos han sido testeados para ver los impactos en la salud humana y ninguno para ver impactos sinérgicos en salud, o sea cuando interactuan con todos los otros químicos a los que estamos expuestos todos los días. No sabemos el impacto total de estos químicos sobre nuestra salud y medio ambiente pero si sabemos una cosa: tóxicos entran, tóxicos salen. Mientras seguimos metiendo tóxicos en nuestro sistema de producción vamos a seguir con tóxicos en las cosas que llevamos a nuestras casas, trabajo, escuelas y obviamente a nuestros cuerpos. Como los retardantes de fuego brominados que son unos químicos que hacen las cosas más resistentes al fuego pero son super tóxicos. Son una neurotoxina, lo que significa tóxicos para el cerebro. ¿Qué estamos haciendo poniendo un químico así? Pero lo ponemos en nuestras computadoras, electrodomésticos, colchones y hasta en nuestras almohadas. De hecho, tomamos nuestras almohadas, las bañamos en una neurotoxina y las llevamos a casa y ponemos nuestras cabezas encima de ellas por ocho horas cada noche. No lo sé, pero me parece que en un lugar con tanto potencial podríamos inventar una mejor manera de asegurarnos que nuestras cabezas no se prendan fuego durante la noche. Estos tóxicos se acumulan en la cadena alimenticia y se concentran en nuestros cuerpos.¿Sabés que es lo que está en la punta de la cadena alimenticia con los niveles más altos de muchos contaminantes tóxicos? La leche materna. Esto significa que hemos llegado a un punto donde los miembros más pequeños de nuestra sociedad, nuestros bebés, están recibiendo la dosis más alta de su vida de estos tóxicos a través del amamantamiento. ¿No es una violación increíble? Amamantar debe ser el acto humano más fundamental de nutrir, debería ser sagrado y seguro. Ahora, amamantar sigue siendo lo mejor y las madres definitivamente deberían seguir dando el pecho pero las deberíamos proteger. Ellos las deberían proteger. Pensé que nos estaban cuidando... Y por supuesto, la gente que más sufre estos químicos tóxicos son los que trabajan en las fábricas, muchos de ellos mujeres en edad reproductiva. Están trabajando con sustancias tóxicas para la reproducción, cancerígenos y más. Ahora te pregunto: ¿qué tipo de mujer en edad reproductiva trabajaría en un lugar expuesta a sustancias tóxicas excepto una que no tiene otra opción? Y eso es una de las cosas “lindas” de este sistema. La erosión de ambientes y economías locales allí aseguran el suministro constante de gente sin otra opción. Globalmente doscientas mil personas por día están mudándose de ambientes que las han sostenido por generaciones a ciudades, muchos a vivir a los barrios más pobres buscando trabajo, no importa cuan tóxico ese trabajo sea. Podés observar que no sólo se desperdician recursos en este sistema sino que gente también, comunidades enteras se desechan, si. Tóxicos entran, tóxicos salen. Muchos de los tóxicos salen de las fábricas como productos pero aún más salen como subproductos o contaminación y es mucha contaminación. En los Estados Unidos la industria admite liberar casi dos mil millones de químicos tóxicos por año y es probablemente mucho más, ya que eso es solamente lo que admiten. Así que es otro límite. ¿Quién quiere mirar y oler dos mil millones de químicos tóxicos por año? Entonces que hacen? Mueven las fábricas sucias a otros países, a contaminar la tierra de otro pero... oh, sorpresa! Mucha de esa contaminación se vuelve a nosotros transportada por el viento.


DISTRIBUCIÓN

Bueno, ¿qué sucede una vez que todos estos recursos están convertidos en productos? Pasan para la distribución. La distribución significa vender toda esta chatarra tóxica contaminada lo más rápido posible. La meta aquí es que los precios sigan bajos, la gente siga comprando y el inventario se mueva. ¿Cómo mantienen bajos los precios? Les pagan poco a los empleados y evitan pagarles el seguro de salud cuando pueden. Todo se trata de externalizar los costos. Eso significa que el costo real de hacer cosas no se refleja en el precio. En otras palabras, no estamos pagando por las cosas que compramos. Yo estaba pensando en esto el otro día. Estaba caminando al trabajo y quería escuchar las noticias así que entré a un negocio para comprar una radio. Encontré una radio linda por 4.99 dólares. Estaba haciendo cola para comprar esta radio y me pregunté como podía ser que 4.99 dólares reflejara los costos de hacer esta radio y llevarla hasta mis manos? El metal a lo mejor se trajo de Sudáfrica, el petróleo a lo mejor viene de Irak, los plásticos probablemente se produjeron en China y tal vez todo fue ensamblado por algún niño de quince años en una maquiladora en México. Cinco dólares ni siquiera pagaría la renta por el espacio que ocupaba en la tienda hasta que yo viniera y ni hablar, parte del salario del empleado que me ayudó a elegirlo, o los varios cruces del mar y viajes en camión que hicieron las piezas de esta radio. Así fue que me di cuenta: no pagué por la radio.¿Entonces quién pagó? Bueno, esta gente pagó con la pérdida de su base de recursos naturales, esta otra gente pagó con la pérdida de su aire limpio, con tasas de asma y cáncer siempre aumentando. Niños en el Congo pagaron con su futuro. El 30% de los niños del Congo ahora habrán tenido que dejar la escuela para extraer coltam, un metal que necesitamos para nuestra electrónica barata y desechable. Hasta esta gente pagó por tener que pagar su propio seguro de salud. Por todo este sistema la gente ayudó para que yo pudiera tener esta radio a 4.99 dólares, eso es lo que quiero decir cuando digo que los dueños de las empresas externalizan los verdaderos costos de producción y eso nos lleva a la flecha dorada del consumo. Esto es el corazón del sistema, el motor que lo propulsiona. Es tan importante que proteger esta flecha es una prioridad de estos dos tipos. Por eso es que después del 11 de septiembre, cuando nuestro país estaba en shock, el presidente Bush pudiera haber sugerido un número de acciones adecuadas, lamentar, rezar, tener esperanza... ¡no! Dijo que había que salir de compras... ¡de compras! Nos hemos convertido en una nación de consumidores, nuestra identidad primaria es la de consumidor. No somos madres, profesores o granjeros sino consumidores. Nuestro valor se mide y se demuestra principalmente por cuanto contribuimos a esta flecha, cuanto consumimos. Y si que lo hacemos! Compramos, compramos y compramos. Mantener un flujo de materiales. ¡Y si que fluyen! Adiviná qué porcentaje del flujo total de materiales de este sistema todavía está en el producto o usándose seis meses después de su venta en Norteamérica? ¿Cincuenta por ciento? ¿Veinte por ciento? NO. Uno por ciento. ¡UNO! En otras palabras, el 99% de las cosas que cosechamos, extraemos, procesamos y transportamos, el 99% de las cosas que pasamos por este sistema es basura dentro de 6 meses. Ahora, cómo podemos hacer funcionar un planeta con este nivel de uso de los materiales? No fue siempre así, el norteamericano promedio consume ahora el doble que lo que consumía hace cincuenta años. Preguntale a tu abuela. En su época, la administración, el ingenio y el ahorro se valoraban. Entonces, cómo pasó esto? Bueno, no pasó. Fue diseñado. Poco después de la Segunda Guerra Mundial estos tipos estaban pensando cómo resucitar la economía norteamericana. El analista de mercado, Victor Lebow, articuló la solución que se ha convertido en norma para el sistema entero. Dijo: “nuestra enormemente productiva economía... demanda que hagamos del consumo nuestro modo de vida, que convirtamos las compras y el uso de bienes en rituales, que busquemos nuestra satisfacción espiritual y la satisfacción de nuestro ego en el consumo... necesitamos que las cosas se consuman, se quemen, reemplazarlas y descartarlas a un ritmo siempre más acelerado” (Victor Lebow, Journal of Retailing, quoted in Durning, How Much is Enough? (1992). Y el presidente del consejo de asesores sobre la economía del presidente Eisenhower dijo que el propósito final de la economía estadounidense es producir más bienes de consumo. ¿Más bienes de consumo?¿No proveer servicios médicos, educación, transporte seguro, sustentabilidad o justicia?¿Bienes de consumo?¿Cómo hicieron para que participaramos de este programa con tanta gana? Bueno, dos de sus estrategias más efectivas son la obsolescencia planificada y la obsolescencia percibida. La obsolescencia planificada quiere decir “diseñada para el basurero”. Significa que diseñan cosas para ser inútiles lo más rápido posible, para que las tiremos y vayamos a comprar otras nuevas. Es obvio con cosas como bolsas de plástico y tazas desechables. Pero ahora también son cosas más grandes: dvds, cámaras... ¡hasta parrillas! ¡todo! ¡Hasta computadoras! Te fijaste que cuando comprás una computadora ahora la tecnología cambia ahora tan rápido que dentro de unos pocos años se torna un impedimento para la comunicación? Eso me causó curiosidad así que abrí una computadora de escritorio para ver lo que tenía adentro y averigüé que la pieza que cambia cada año es solamente una fichita chiquita en un rincón. Pero no podés cambiar sólo esa ficha porque cada versión es de otra forma así que tenés que tirar el aparato entero y comprar uno nuevo. Entonces estaba leyendo frases de revistas de diseño industrial de los años cincuenta cuando la obsolescencia planificada se estaba volviendo muy popular. Estos diseñadores hablan de ello muy abiertamente, hasta debaten sobre cuan rápido pueden hacer que las cosas se rompan manteniendo al consumidor con la fe suficiente en el producto para ir y comprar otro. Pero las cosas no se pueden romper lo suficientemente rápido para mantener viva esta flecha y por eso también está la obsolescencia percibida, que nos convence de tirar cosas que todavía son perfectamente útiles. ¿Cómo hacen eso? Cambian el aspecto de las cosas y así si las compraste hace un par de años todos saben que no contribuiste con esta flecha ultimamente, y ya que demostramos nuestro valor contribuyendo a esa flecha entonces esto puede ser vergonzoso. Lo sé. He tenido el mismo monitor, grande y blanco, en mi escritorio por cinco años. Mi compañera acaba de comprar una computadora nueva, tiene un monitor plano, brillante y pulcro. Va con su computadora, su teléfono, con todo, y ella parece estar manejando una nave espacial y yo parezco tener un lavarropas en mi escritorio. La moda es otro ejemplo de esto. ¿Te preguntaste alguna vez por qué los tacos de los zapatos de mujer cambian de gordos un año a flacos el próximo, de gordos a flacos? No es porque haya un debate sobre qué tipo de taco es el más saludable para el pie femenino. Es porque vestirse con tacos gordos en un año flaco muestra a todos que no contribuiste con esta flecha ultimamente y no sos tan valiosa como la otra mujer con tacos flacos o más probable, como la de alguna publicidad. Es para que sigamos comprando zapatos nuevos. Publicidades y los medios en general juegan un gran papel en esto. A cada uno de nosotros en Estados Unidos se nos destinan más de 3.000 publicidades por día. Vemos más publicidades en un día que 50 años atrás se veían en una vida entera. Si lo pensás, para que es una publicidad si no es para que estemos infelices con lo que tenemos? Así que 3.000 veces por día se nos dice que nuestro pelo está mal, nuestra piel está mal, nuestra ropa está mal, nuestros muebles están mal, nuestros autos están mal, nosotros estamos mal... pero que todo se puede arreglar si salimos de compras. Los medios también ayudan escondiendo todo esto y para que la única parte de la economía de materiales que veamos sean las compras. La extracción, producción y descarte pasan fuera de nuestro campo de visión. Así que en los Estados Unidos tenemos más cosas que nunca pero las encuestas demuestran que nuestra felicidad nacional fue disminuyendo. Nuestra felicidad nacional llegó a su punto más alto en algún momento de los cincuenta, al mismo tiempo que esta manía de consumo explotó. Una coincidencia interesante. Creo que sé por qué: tenemos más cosas pero menos tiempo para lo que realmente nos hace felices: la familia, los amigos, el ocio... Estamos trabajando más duro que nunca. Algunos analistas dicen que tenemos menos tiempo de ocio ahora que en cualquier época desde la sociedad feudal. ¿Sabés cuáles son las dos actividades que hacemos en el poco tiempo de ocio que tenemos? Mirar tele e ir de compras. En los EEUU pasamos de tres a cuatro veces más horas de compras que nuestros pares en Europa. Así que estamos en esta situación ridícula donde vamos al trabajo tal vez dos llegamos a casa y estamos exhaustos así que nos sentamos en nuestro nuevo sofá y vemos tele y las publicidades nos dicen “sos una mierda” así que tenemos que ir a comprar algo para sentirnos mejor y después tenemos que ir más al trabajo para pagar lo que compramos. Llegamos más a casa y estamos más cansados así que te sentás a mirar la tele y te dice que salgas otra vez de compras y así estamos en una rutina loca y sin fin de trabajar, mirar, gastar.. y podríamos simplemente parar. Al final, ¿qué pasa con todas las cosas que compramos? A esta velocidad de consumo no entran en nuestras casas aunque el tamaño promedio de casa estadounidense se haya duplicado desde los 70. Todo sale en la basura. Y eso nos lleva al descarte.

DESCARTE

Esta es la parte de la economía de materiales que mejor conocemos porque tenemos que llevar la chatarra afuera nosotros mismos. Cada uno de nosotros en los EEUU hace dos kilos de basura por día. Eso es el doble de lo que hacíamos hace 30 años. Todas esas cosas que compramos, o se llevan a un basural, lo cual es sólo un hueco grande en la tierra, o si realmente no tenés suerte primero se queman en un incinerador y después se tiran en un basural. De cualquier forma, los dos contaminan el aire, la tierra, el agua y, no hay que olvidarse, cambian el clima. La incineración es muy mala. ¿Te acordás de esos tóxicos de la fase de producción? Quemar la basura libera los tóxicos al aire y, aún peor, crean nuevos supertóxicos como la dioxina. La dioxina es la sustancia sintética más tóxica conocida por la ciencia y los incineradores son la mayor fuente de dioxina. Eso significa que podríamos parar la mayor fuente de sustancia sintética más tóxica simplemente si dejáramos de quemar basura. Lo podríamos parar hoy. Algunas empresas no se quieren preocupar en construir basurales e incineradores aquí asi que simplemente exportan el descarte también. ¿Qué tal el reciclaje?¿Ayuda el reciclaje? Si, reciclar ayuda. El reciclaje reduce la basura aquí y reduce la presión de extraer y cosechar nuevas cosas aquí. Si, si, si, todos deberíamos reciclar. Pero reciclar no es suficiente. Reciclar nunca será suficiente por algunas razones: primero, la basura que sale de nuestras casas es sólo la punta del iceberg. Por cada bolsa que ponés en la calle 70 bolsas se hicieron río arriba solamente para hacer la chatarra en esa única bolsa que pusiste en la calle. Así que si aún pudieramos reciclar el cien por ciento del desecho que sale de nuestras casas no llega a la raíz del problema. También mucha de la basura no se puede reciclar, o porque contiene demasiados tóxicos o porque está diseñada para no ser reciclable, como todos esos cartones de jugo con papel, metal y plástico todo junto, nunca podés separarlo para el reciclaje verdadero. Así que como ves, es un sistema en crisis. Durante todo el proceso nos topamos con muchos límites, desde cambiar el clima hasta la felicidad disminuida. No está funcionando pero lo bueno de un problema tan rotundo es que hay muchos puntos de intervención. Hay gente aquí trabajando en salvar los bosques y aquí en producción limpia, gente trabajando en los derechos del trabajador y comercio justo, el consumo consciente, bloqueando basurales e incineradores y, muy importante, trabajando para retomar nuestros gobiernos para que realmente sean de la gente, con la gente y para la gente. Todo este trabajo es criticamente importante pero las cosas se van a empezar a mover cuando veamos las conexiones, cuando veamos el cuadro grande, cuando la gente de este sistema se una vamos a poder reclamar y transformar este sistema lineal a algo nuevo, un sistema que no desperdicie recursos ni gente. Porque lo que realmente necesitamos tirar es esta mentalidad de vieja escuela “todo a la basura”. Hay una nueva escuela del pensamiento sobre esto y se basa en la sustentabilidad e igualdad. Química limpia, cero desecho, producción cerrada, energía renovable, economías locales vivas... Ya está pasando. Hay gente que dice que es poco real, idealista, que no puede pasar... pero yo digo que los que son poco reales son los que quieren continuar en el camino viejo. Acordate: esa vieja forma no surgió sola, no es como la gravedad que simplemente tenemos que vivir con ella, la gente lo creó y somos gente también. Así que... ¡vamos a crear algo nuevo!